¿Sientes grumos de producto al terminar tu rutina?
Beauties, este problema es uno de los que más me desespera. ¿No les ha pasado? Termino muy feliz mi rutina de skincare y a la hora de aplicar el bloqueador me doy cuenta que se crean "bolitas" de producto y que parece que me estoy descarapelando.
La realidad es que esto sucede por muchas razones que a continuación les explicaré. A pesar de que conozco la razón, sigo mejorando mi técnica para no volver a lo mismo. Es muy molesto.
Menos es más
A veces creemos que por tener miles de pasos en nuestra rutina es más efectiva. ¡No es así! Dale a tu piel lo que necesita, no abuses de productos que quizá tu rostro no está buscando. La mayoría de las veces las rutinas más sencillas son las que mejor le van a las necesidades de tu piel.
Cuida la cantidad
Como les mencionamos en otras ocasiones, el hecho de aplicar más producto no te garantiza mayor efectividad. Ten cuidado con eso. Es una de las principales razones por las que se crean los grumos. No te agobies, existen muchos ejemplos de las cantidades adecuadas dependiendo del tipo de producto que estás usando.
Deja absorber
Me obsesiona cumplir todos los pasos en mi rutina y al mismo tiempo siempre quiero salir rápido de mi casa. ERROR. Es súper importante permitir que cada producto que apliques tenga un tiempo de absorción. Lo recomendado es dejar un intervalo de mínimo 2 minutos entre cada uno. La verdad, si lo haces notarás una gran diferencia. ¡Inténtalo!
El orden importa
Para saber qué producto va primero simplemente piensa en su consistencia. Algo que he aprendido de diferentes expertos es empezar por lo más ligero y terminar con lo denso. Asegúrate de usar primero tónico y sueros. Y continúa con cremas o formulas que tengan mayor densidad. Siempre termina con tu protector solar.
No frotes
Si aplicas cada uno de los pasos frotando intensamente el producto sobre tu rostro, fallaste. Lo mejor es dar ligeros apretones usando tus dedos o manos para que tus productos se absorban de una manera suave sin necesidad de tallar. La fricción también hace que el producto se transforme en grumos.