Si Quieres, ¿Qué Te Detiene?
Hola Beauties, una vez más feliz de estar con ustedes en este espacio para la belleza
mental y emocional.
A través de mi trabajo como coach me he dado cuenta de que muchas personas se
sienten frustradas y paralizadas por el simple hecho de pensar “estoy estancado”. Este
pensamiento funciona como un bloqueo, una especie de roca enorme que obstruye el
paso a la luz y a las buenas ideas. Además, genera un estado de profunda ansiedad
debido a la sensación de sentirse atrapado y sin aparente salida. Desde ahí se vive
una vida de mucho enojo e insatisfacción. Sin embargo, estos sentimientos son sólo
mensajeros de los pensamientos que intentan hacernos sentir sumamente incomodos
para darnos una patada y decirnos: “sal ya del agujero de oscuridad en el que has
caído”. Me resulta muy curiosa la situación, ya que si una persona va a un lugar en el
que está incomoda y no se siente agusto, lo lógico es que se vaya de ahí hacía un
lugar en el que sí disfrute estar. Aunque lo anterior suena muy obvio, no me queda
claro ¿por qué cuando se trata de estar en un lugar hostil prisioneros en la cárcel del
pensamiento no lo podemos ver?, pues si nuestros pensamientos nos pusieron ahí,
también otros pensamientos nos pueden sacar.
La situación es que nos creemos que lo que pensamos es más real que lo que en
verdad queremos y eso es falso, pues no hay nada más genuino que un llamado del
corazón que busca impulsarnos hacía un lugar mejor. Si no logramos salir del agujero
es porque estamos prestando más oído y atención al miedo, llenándonos de temor que
al final nos sirve de escudo protector para justificar la mediocridad que nos aleja de
actuar. Me queda claro que el ser humano es adaptable, porque de lo contrario, no me
puedo explicar como es que prefiere subsistir en un mundo cuadrado y gris a liberarse
y resurgir.
La cuestión es que dedicamos mucho tiempo a la guerra interna, al “si puedo” contra
“no puedo” y perdemos toda nuestra energía de creación en una lucha que nos agota
y nos nubla la posibilidad de visión.
Entre actuar y no actuar sólo hay un puñado de pensamientos de duda. Hemos
convertido el fracaso en algo imperdonable y creemos que su sombra estará ahí para
torturarnos por el resto de la eternidad definiendo y dando significado a lo que somos,
pero si eso fuese cierto entonces seriamos muy poco y eso es otra falsedad, pues
simplemente somos y eso no se puede delimitar.
Dar la vuelta a los pensamientos de duda y temor requiere trabajo y compromiso.
Requiere estar presente y dejar de vivir ausente evadiéndonos en el pasado o en el
futuro que son terrenos donde nada que se siembre puede crecer, pues son sólo
humo.
Repetir constantemente el pensamiento “estoy estancado” hace que las cadenas de la
prisión sean cada vez más ajustadas al punto de asfixiarnos. Quizás sea un buen
comienzo observar ¿qué es lo que nos estamos diciendo?. Si de repente nos viene
una buena idea, ¿qué pensamos acto seguido, que nos aleja de llevarla a cabo?, ya
que es ahí donde la roca nos está obstaculizando. Si queremos salir de la obscuridad
seamos más amables con nuestra persona y démonos un voto de confianza, las ideas
que surgen de la intuición no pueden salir mal, pues surgen de la inteligencia
universal.
Somos más que nuestros defectos porque todos nacemos con talentos y la vida se
trata de estar en bienestar no prisiones en la jaula de la angustia y la inseguridad.
“Si no sabes por donde empezar sólo déjate de criticar y así harás espacio para que
entre luz y se disuelva el caos mental”.
Marisa Gallardo
Imágenes vía: @josephineskriver
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